sábado, 8 de octubre de 2016

EL ATLETI

El Atlético de Madrid siempre me ha parecido como esa película dirigida por John Sturges en 1963 llamada “The Great Escape”- La Gran Escapada en español- Un film que narra los intentos de fuga de un grupo de prisioneros aliados de un campo de concentración nazi, durante la segunda guerra mundial.  La cinta es extraordinaria con un elenco de actores en el que destacan James Garner, Richard Attennborough, Charles Bronson, Donald Pleasance y el mismísimo Steve McQueen cuyo personaje, Virgil Hilts, trata de fugarse constantemente para ser atrapado una y otra vez por los nazis que lo llevan a la nevera. Una celda pequeña de aislamiento en la que se castiga a los rebeldes como el piloto de las fuerzas aéreas norteamericanas.

Como Steve McQueen, el Atleti ocupa el tiempo haciendo túneles para huir de las garras de unos enemigos muy pérfidos. Planea, ejecuta y escapa para ir a terminar capturado y lleno de polvo en la nevera en donde Hilts mata el tiempo con la única compañía de un guante y una pelota de baseball. Allí, comienza a fraguarse el próximo intento de huida y al mal tiempo buena cara con una eterna sonrisa dibujada en el rostro. Al profano esta actitud le es incomprensible. Al atlético medio, en cambio, es una forma de ir por la vida.

Lo increíble, lo verdaderamente sorprendentemente, es ver a los atléticos convertidos en Steve McQueen todos los años, con su chaqueta de cuero de aviador y sus poses chulescas a pesar de que todos sabemos que acabarán en la nevera; solos, vencidos y humillados, por un enemigo que controla todas las salidas del campo y hace trampas.  No, el Atleti no es Rock and Roll como apuntaba el Mono Burgos, ni una canción tabernaria según Joaquín Sabina, sino la suite compuesta por Elmer Berstein para la Gran Evasión. Y cuando ves al rojiblanco marchar con la fe intacta en la victoria baja los acordes del tema principal de esa película, uno siente, pese a no ser del Atleti, que no hay nada más grande que el corazón de estos tíos.

Tal vez, algún día, en algún lugar, la película del Atlético de Madrid no termine como la obra maestra de Sturges, y el Steve McQueen de turno logre vencer a los malos saltando  con su moto Triumph por encima de esas alambradas que esconden los tesoros más preciados; la libertad y la Copa de Europa.


Sergio Calle Llorens

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