jueves, 15 de enero de 2015

EL LIDERAZGO DE MÁLAGA


Acudí a la gala organizada por la Diputación de Málaga en la que el Patronato de Turismo se convertía oficialmente en S.L.U. Por primera vez, un ente oficial reconocía que Málaga es la provincia más poblada del sur con más de 2,2 millones de almas. Miles de ellas no registradas por los abusos impositivos del desgobierno de la Junta de Andalucía. Además, creo que a los presentes les quedó claro que casi todo lo bueno que ha ocurrido en el país malagueño ha venido de la mano de la iniciativa privada. Desde esos viejos ferrocarriles de capital británico hasta los pioneros de la Costa del Sol. En otras palabras, sin el componente cosmopolita y mediterráneo Málaga no sería lo que es hoy. Los José Banús y compañía trajeron la creación de un aeropuerto internacional y, de ahí, todo ha ido para arriba. No es de extrañar que el aeródromo malacitano haya recibido más de 13 millones de pasajeros. El de Sevilla se queda en 3,611,280.

Los datos de este año en materia de turismo en 2014 fueron espectaculares. Málaga acogió a 10,2 millones de turistas de un total de 17,2 millones de toda Andalucía. Esas cifras se traducen en un impacto económico de 10.200 millones de euros. Solo la capital de la Costa del Sol tuvo un impacto de 1300 millones de euros, muy por encima de la gran mayoría de provincias del sur. De hecho, Málaga es el gran destino cultural de city break solo superada por Barcelona. El museo ruso de arte junto con el de Bellas Artes y el Arqueológico a lo que se le suma el Centro Pompidou francés, abren unas expectativas impresionantes para la ciudad del paraíso. Junto al Festival de Cine Español- el único no financiado por la Junta- y Museos como el Carmen Thyssen, Picasso y otras joyas arquitectónicas han roto los discursos agoreros sobre el presente- futuro.

No obstante, en la Gala hubo alguna mención velada hacia la inseguridad jurídica del ordenamiento legal andaluz y, próximas realidades como el Caminito del Rey, o la senda litoral de la Costa. También hubo ausencias notables como los regidores de Torremolinos o de Málaga Capital. Nadie advirtió de la no presencia de autoridades junteras, muy mal vistas por estas tierras. También se habló del Parque Tecnólogico, del hecho de tener más autónomos que nadie en Andalucía y, de industrias como la del vino en las Sierras nortes de la provincia. Finalmente, todo terminó en una foto de familia y en un cocktail regado por buen vino de la tierra y otras viandas riquísimas.

No creo equivocarme al afirmar que estamos ante una manera de trabajar basada en la profesionalidad. En dejar que los expertos decidan sorteando las dificultades y obstáculos que coloca la Junta de Andalucía en el camino. Una forma que nos ha llevado al éxito en este y otros sectores. Sin embargo, también tenemos sombras alargadas como la del paro.

También es buen momento para recordar lo que hicieron aquellos a los que les regalamos las llaves privadas del Balneario de los Baños del Carmen. Un paraíso reservado que se convirtió, por aquello de la papanata pública, en el mayor de los infiernos.

La tarta malagueña está riqúisima y nos queda, que no es moco de pavo, cerrar la herida del Guadalmedina, reducir impuestos, acabar con la inseguridad jurídica, llevar los trenes hasta Nerja y Estepona. Para ello, lo mejor será desobedecer en todo a la Junta de Andalucía. Y, claro, seguir trabajando.

Sergio Calle Llorens

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