viernes, 22 de diciembre de 2017

SILLAS VACÍAS

Hubo un tiempo en la que había bandas de Rock que abrían sus conciertos con canciones irreverentes y nadie les encerraba por ello. Hubo una época en la que te subías a la chepa de un político, incluso con una poesía satírica, y nadie te bajaba al calabozo por los versos.  Hubo un período en el que querías “tocar las tetas a tu novia”- gracias Siniestro Total por la incorrección política- y nadie tocaba a tu puerta para notificarte un proceso. Hubo una temporada en la que podías empalmar crítica tras crítica sin que la turba deseara que la palmaras. Hubo una fase en la que podías encadenar un porro tras otro en la calle sin que la autoridad te encadenase a las multas. Hubo un ciclo en el que podías tener una erección en presencia de damas sin que te erigieran una estatua como machista mayor del Reino.  Pero en aquellas gloriosas jornadas  había libertad con ventanas abiertas mirando a la mar y no pescadores de agua dulce con sus redes sociales atrapando pececitos que ellos imaginan, Torquemada estaría muy orgulloso de ellos, como monstruos marinos de siete cabezas.

 Lo último, por si no lo saben, es que ahora también podría ser delito los mensajes en los chats privados de WhatsApp. De aplicarse tal aberración jurídica contra la libertad de expresión, no está lejos el día en el que los magistrados – si es que los científicos crean algún mecanismo para leernos el cerebro- castigue a los ciudadanos por pensar mal de los que mandan. Y si no paramos esta locura, la prisión de Quevedo en la Torre de San Marcos nos va a parecer una suite de lujo comparada con las celdas que  nos tendrán preparadas las hermandades de la corrección política.  Habrá más sillas vacías porque muchos siguen teniendo el corazón lleno de odio. Piensen en ello en "estas fiestas tan señaladas" porque se acercan tiempos terribles.

Sergio Calle Llorens

lunes, 11 de diciembre de 2017

AL ATARDECER


Volvía con el corazón galopante en la declinación ideal de la tarde con un levante donde se encendían las primeras luces, y un poniente de intenso bermejo, cuando oí el canto de un búho que me aleja siempre de las interferencias fastidiosas y sobrantes del ser humano. Me detuve a contemplar la estampa marina  sacando mi cámara fotográfica para inmortalizar esa locura de belleza.

 La verdad es que prefiero el crepúsculo al amanecer. Tal vez sea por mi querencia a la delicadeza que supone no interrumpir los negocios matutinos de los demás. Bien mirado, el atardecer, y más si contemplas al mediterráneo desde una montaña, encierra todas las virtudes que ansío tener. Entonces  la bocina de un barco  me hizo recordar a mi amigo Sergio el Marbellero - gracias por tu presencia en el FNAC de Marbella para la presentación de mi novela- que se encuentra surcando las aguas de mi amada Denia- seguí caminando entre dos luces que recortaban la silueta de los árboles cuyas ramas se movían lentamente. Luego comencé a recordar mi primera mini gira para la puesta en escena de mi última novela; La Sociedad económica amigos del país, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad malagueña, los FNACS y pronto, muy pronto, la Casa del Libro. Además, mis intervenciones en Radio Nacional de España, Onda Azul y Cadena Ser , lo de la tele, las entrevistas en periódicos como Diario Sur, la Opinión de Málaga y las reseñas en publicaciones como Aula Magna, Foro Libros y la Fundación Cánovas.  Meses y años de trabajo que por fin van dando sus buenos frutos.

Si mi presencia matinal entre los otros es siempre farragosa y desagradable, tener un público aparentemente atento a mis disertaciones literarias solo alimenta mi vanidad de escribidor. Para contrarrestar ese estúpido sentimiento, solo tengo que recordar el ridículo que realicé con motivo del Premio de mejor Librería Cultural de España a Proteo y Prometeo, en los que diserté sobre la relación entre Literatura y alcohol. Todavía resuenan, y en todos los rincones del universo, las carcajadas de Juan Miguel de los Ríos-  Finalista Premio Planeta 2016 que presentó mi Guardián del Cementerio en el FNAC de Málaga-Pablo Aranda, autor divertidísimo y ampliamente premiado, por no hablar de las simpáticas presentadoras del espacio radiofónico. También es bueno, para alejar ese palo de la arrogancia, contemplar las luces que se funden desmayadas sobre las tierras al lado de mi patria salada.

 Como Montaigue, entiendo, o creo entender, la insignificante posición que tenemos los seres humanos respecto al planeta tierra. Reflexionaba allá arriba mientras me dejaba atrapar por la oscuridad infinita que iba arribando a mis montes. Entonces, y solo entonces, decidí descender hacia mi aldea que seguía suspendida entre la bóveda celestial y la mar que nunca me falla. Sonaron las campanas de la Ermita por las almas de nuestros marineros muertos que, de alguna manera, viven en las páginas de mis novelas. Y avancé confiado hasta que llegó la noche, y con ella, la lluvia que limpió mi alma de dolores pretéritos. Me arrodillé bajo el líquido elemento para elevar al cielo una vieja plegaria provenzal. La oración perfecta para agradecer todo lo que se me ha dado que, como pueden entender, no es poco. 


Sergio Calle Llorens

domingo, 3 de diciembre de 2017

HIGH NOON

Gary Cooper is a very well known actor who will always be remembered by his role in High Noon. But many years ago famous Hollywood columnist, James Bacon the man who rubbed shoulders with the most talented people of that time, sat on Garry Cooper´s living room. The actor felt quite distressed because the first cut of the film had been a disaster. The director had a crush on Grace Kelly and he was so intense on her close-ups that he lost the plot. So the whole movie had to reedited and the song High Moon was actually written so audiences would understand the storyline. That particular day, MR Cooper was playing with his dogs- He felt very close to his pets until the day he passed away- The house has new owners now but back then it welcomes the lives of Hemingway, James Stewart and Clark Gable. Among his walls there are many secrets like the one I am about to share with you.

During the shooting of the movie, Cooper had an ulcer and the pain he felt was to intense that he could not stay still. Somehow the studio managed to cut his close ups so well that he looked a very frighten man because, in fact, he was about to get killed by some desperados. When Cooper won the Oscar for High Noon, he left these lines for posterity: “It’s the first time ever that ulcer has won an Oscar”.

When Gary Cooper died in 1961 of cancer just 6 days after his birthday, all Hollywood turned out for his funeral. But it was an eerie moment before the ceremony that haunted James Bacon until the day he died; a whole army of photographers, reporters and radio people were standing outside of the house. All of a sudden, the dogs came to the gate and three of them started howling and moaning, making weird sounds like a bunch of Banshees. Bacon looked at his watch; it was 12:27.  Later  that day, he was told that it was the exact time Cooper left this world.

 An old Irish folk-tale says that a dog knows when his master soul leaves the earth. So in his final hour Gary Cooper died at High Noon. What a beautiful and mysterious ending for one of the most legendary figures in Hollywood.  Don´t you think?


Sergio Calle Llorens